El feminista "zuás"
Carmela Garipoli
Sentada en
la ñinguita de asombro que todavía me queda, ayer te escuché declararte
feminista diciendo : “yo antes era machista, ahora soy feminista”. Así eres tú,
ignorante de las medias tintas… y de otro pocote de cosas también. Así eres tú,
capaz de transformar en mueca cualquier gesto.
Declararte
feminista me trajo recuerdos como el de la campañita aquella, de fondo azulito,
en donde pedías amor en una especie de poema servilletesco del que mi memoria
sólo guarda el bochorno.
Tu
declaración de ayer es una falta de respeto más. No te importa ofender nuestra
inteligencia. Sigues pensando que puedes
mostrar amor hoy y odio mañana según tus conveniencias. Un día Uribe era un
traidor, otro día es tu hermano; un día
no eres comunista y otro el comunismo es el camino; un día la lista de Tascón
era un invento de la oposición y otro día había que enterrarla. Como el más
aventajado de los alumnos de Eudomar Santos, aplicas el “como vaya viniendo,
vamos viendo” para lograr lo único que
verdaderamente te importa : mantenerte en el poder. El problema con el que se encuentran
frecuentemente los discípulos de Eudomar es que el futuro los alcanza de repente
como alcanzó el lobo al pastorcito mentiroso; parecen no saber que, como decía
mi abuelita María Evangelista, “morrocoy también piensa” y a fuerza de mentir,
y afirmar lo mismo y todo lo contrario, termina uno por perder toda
credibilidad. Atrás quedó el tiempo en que los arrepentimientos de crucifijo en
mano fueron creíbles. Puedes intentar declararte machista pero del machismo del
siglo XXI que también es feminista; no te creeremos. En nuestro ahora, lo
máximo que podemos concederte es un suspiro de paciencia mientras miramos el
calendario.
Y uno se
pregunta sobre el “antes” y el “ahora” de tu última actuación en el papel de
machista convertido en feminista. ¿Antes
de decirle a María Isabel en cadena que le ibas a dar lo suyo? ¿Después de
decir que no le harías el favor a Condolezza? ¿Antes de proponer jugarte a
Rosalinda manteniéndola así en el triste lugar de coroto que ya tenía? ¿Después de hacerle la consabida seña del
“zuás” a la muchachita sorda que te acababa de declarar su admiración? ¿Cuándo
es “antes” y cuándo es “ahora”?
El miedo
que vemos en tus actos me hace pensar que todavía estás en el “antes” y que el
“ahora” llegará después del 23 de noviembre.